Silk Paliacate

El paliacate es un accesorio adoptado de la India, considerado prácticamente mexicano, que incluso podemos ver en trajes regionales como en el atuendo del hombre del Estado de Veracruz.

Es casi un “cuadrado”, en realidad mide 60 x 58 cm. Originalmente eran de algodón, estampados a mano con bacterias o amibas, también conocidas como paisleys: en amarillo con fondo rojo y delineados en negro. Estos paisleys son estilizaciones del sello que imprimían sobre las telas con el costado del puño de la mano los artesanos de Calcuta y Cachemira.

Es bien conocido que gracias a la Nao China llegaban, a los puertos del Pacífico Mexicano como Acapulco, infinidad de textiles, tanto prendas como rollos de telas: sedas, linos, algodones, el rebozo, el mantón de Manila y entre ellos el adorado Paliacate.

Proveniente de la mística y textilera India, desde un puerto que se llamaba Puilcat, nombrado así por los portugueses y que hoy en día ya no existe. Pero que en ese entonces en la Nueva España les decían “paños de Pulicat” con el tiempo se le llamó paliacate.

Otra teoría del origen del nombre es que proviene de un mestizaje del apocope “para el” pronunciándose pal y de la palabra náhuatl yacatl que significa nariz, nombrendolo como el uso que le daban palyacatl es decir “pa’ la nariz”. Después se castellanizó como Paliacate.

Algunos “influencers” con el paliacate.

Emiliano Zapata quien era muy cuidadoso con su atuendo, portaba paliacate atado al cuello al igual que Diego Rivera combinado con su famoso overol de mezclilla, de quien existe una colección completa que incluso ha sido expuesta. Axel Rose se lo pone en la frente amarrado estilo “bandana” y Bret Michaeles a quien incluso se le han visto paliacates teñidos encima del estampado. Indudablemente es un acento al atuendo de cualquier persona.

Los paliacates y yo.

Me acuerdo que una amiga de la familia extremadamente querida, desarrolló un juego de individuales y servilletas, con el diseño típico del paliacate, estampados a mano en serigrafía, con un registro impecable de paisleys, en los que desayuné durante muchos años de mi vida, afectando positivamente mi inconsciente.

Un paliacate obviamente de seda, tal cual “pa´ la nariz”.

Yo pinto al aire libre y cuando vivía en la Ciudad de México, en las temporadas de frío respiraba a través de mi paliacate de seda. El aire que inhalaba se sentía calientito y eso me ayudaba a que no se alborotara mi alergia estacional. Me lo dejaba en el cuello todo el día y andaba así por todas partes.

¿Quién que use paliacate, pasa desapercibido?

Me pareció fantástica la medida así que me di a la tarea de pintar piezas de seda de este atinado tamaño. Lo traía puesto todo el día, ya sea “pa’ la nariz” o atado al cuello. Me pusiera lo que me pusiera, combinara o no. Por supuesto llamaba la atención que, pensándolo bien, desde muy temprana edad se volvió un símbolo de mi outfit.

He de decir que mi insistente mamá me enseñó a usarlo. Desde prepa yo usaba una “mascada chiquita” en el cuello, lo que obviamente pocos hacían y por lo que estaba acostumbrada a que me cuestionaran “¿por qué vienes tan elegante?” Fue de las pocas cosas en que estábamos de acuerdo mi mamá y yo en cuanto a la moda se refiere y para ser más específico, en cuanto a mi moda personal es decir mi estilo, así que el usarlo se me dio muy natural.

Más adelante me di cuenta que mis clientes consistentemente me platicaban que “sentían raro” usarlo como yo lo hacía y preferían enmarcarlo. Me gustaba la idea.  Mientras tanto, seguía pintando.

Se incrementó mi producción de Paliacates de Seda, gracias a una edición limitada, comisionada por parte del gobierno del Estado de Morelos, con la imagen de “algo” muy representativo.

Este proyecto me llevó a diseñar un collage para presentar a mi cliente las propuestas que se me habían ocurrido.

Y de aquí surgió la idea de dos personajes históricos que coincidentemente (porque en serio no lo planee) llevan entre sus accesorios un paliacate amarrado: Emiliano Zapata quien lo lleva al cuello y José Mária Morelos y Pavón quien lo amarra en la cabeza. Creando dos ediciones limitadas de Paliacates de Seda con ambos personajes.

Para una tercera edición me pidieron volver a reproducir el Zapata en cuatro variantes de color:

La imagen con un trazo suelto estilo boceto, incluye algunos de los accesorios característicos de este héroe revolucionario. Sombrero, bigotes, paliacate y cananas, son los que alcanzo a plasmar en esta pieza. Gustó tanto que he hecho otras ediciones, mismas que me han llevado a incursionar en las artes plásticas siempre pintando sobre seda.

Paliacate de Seda de Zapata logró inspirar a uno de mis clientes, que con foto en mano pronunció las siguientes palabras: “quiero este Zapata pero con tus colores” y aquí empieza la revelación de mis verdaderas intenciones.

 

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